EN LA NAVIDAD ....es necesario tener el corazón abierto: “Corazón abierto, ¡para que Él me encuentre! Y me diga lo que quiere decirme, ¡que no es siempre lo que yo quiero que me diga! Él es el Señor y Él me dirá lo que tiene para mí, porque el Señor no nos mira a todos juntos, como una multitud. No ¡no! Nos mira a cada uno a la cara, a los ojos, porque el amor no es algo así, abstracto: ¡es un amor concreto! De persona a persona: el Señor, persona, me mira a mí, persona. Dejarnos encontrar por el Señor es exactamente esto: ¡dejarnos amar por el Señor!” (Papa Francisco)
ORACIÓN PARA REZAR EN FRATERNIDAD
Señor Dios nuestro, en esta noche y día maravillosos de Navidad,
te damos gracias a ti, nuestro Padre y pastor,
porque el pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz inmensa
que llenó de alegría y gozo cada rincón de la tierra.
Porque hoy nos ha nacido un niño y a tu Hijo nos has dado.
Él es nuestro Rey, maravilloso consejero,
Dios fuerte, príncipe de la paz, padre para siempre.
Él reina por siempre con la justicia y el derecho,
en una paz sin límites desde ahora y por siempre.
Hoy ha aparecido tu gracia plena,
que trae la salvación para todos los hombres,
enseñándonos a renunciar a una vida indigna
para encontrarnos con nuestro glorioso salvador Jesucristo.
Hoy los pueblos contemplan tu justicia, y los reyes tu gloria,
pues ya no somos un pueblo abandonado ni una tierra devastada,
sino tu esposa elegida y tu comunidad amada,
tu pueblo santo, los redimidos del Señor.
Hoy sabemos, Señor, que Jesucristo es tu Palabra verdadera,
la luz que ilumina al hombre descarriado.
Él vino a nuestra casa, y nosotros lo hemos recibido,
y él nos transforma en tus hijos y herederos de tu Reino.
Que la Iglesia renazca al espíritu de la Navidad,
despojándose del amor a la riqueza y al poder,
abriéndose, en cambio, a la liberación gozosa de tu Reino,
que hoy se ha hecho presente para siempre en tu Hijo Jesús.
Que esta nuestra Fraternidad,al igual que nuestro Seráfico
Padre San Francisco de Asís, conserve en su corazón y medite
estas maravillas alimentándose con el pan de la palabra y
el pan de la eucaristía, para ser alimento y vida de cuantos
se sienten postergados.
Ven, Señor, que venga tu Reino. Que se cumpla tu voluntad salvadora.
Por Cristo, con él y en él, a ti Dios Padre Omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria,
por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro…
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