FELIZ DÍA DE NUESTRA SERÁFICA ORDEN MEDIANTE LA APROBACIÓN DE NUESTRA REGLA


Breve Apostólico «Seraphicus Patriarcha» 
por el que se aprueba y confirma la Regla de la Orden Franciscana Seglar

PABLO VI, PAPA
Para perpetua memoria

El Seráfico Patriarca, San Francisco de Asís, mientras vivió, y después de su preciosa muerte, no sólo atrajo a muchísimos para que sirvieran a Dios en la familia religiosa por él fundada, sino que también indujo a muchos seglares a seguir sus iniciativas en la forma en que fuese posible en el mundo. Y en efecto, para decirlo con palabras de Nuestro Predecesor Pío XI: «... parece que no ha habido otro hombre en el cual brillara de manera más semejante y fiel la imagen de Cristo Señor y la forma evangélica de vivir, que en Francisco. Por esto, quien a sí mismo se llamó Pregonero del Gran Rey, ha sido denominado con razón otro Cristo, pues se presentó a la sociedad de su tiempo y a los siglos futuros como un Cristo viviente; de donde se ha seguido que como tal viva hoy y vivirá para siempre a los ojos de los hombres» (Enc. Rite expiatis, del 30-IV-1926; A.A.S. 18, 1926, p. 154). Nos alegramos verdaderamente de que el «carisma franciscano», en esta misma época nuestra, en la que cunden tantas doctrinas lisonjeras y se fomentan tantas inclinaciones que apartan los ánimos de Dios y de las realidades superiores, se mantenga aún en vigor para bien de la Iglesia y de la sociedad humana. Por consiguiente, con laudable solicitud y unión de esfuerzos, las cuatro Órdenes Franciscanas han trabajado, durante un decenio, para elaborar una nueva Regla de la Tercera Orden Seglar o, como ahora se llama, Orden Franciscana Seglar. Esto se consideró necesario dados los cambios en las condiciones de los tiempos y porque el Concilio Vaticano II había formulado preceptos y recomendaciones al respecto. Así, pues, los amados hijos, los Ministros Generales de las cuatro Órdenes Franciscanas nos suplicaron que aprobáramos la Regla así redactada. Y Nos, siguiendo el ejemplo de algunos Predecesores Nuestros, entre los que León XIII es el más reciente, decidimos acceder de buen grado a tal petición. Siendo así que tenemos la plena confianza de que la forma de vida predicada por aquel admirable Varón de Asís florecerá y se vigorizará claramente con nuevo impulso, consultada la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, que examinó diligentemente el ejemplar que se le entregó, ponderadas todas las cosas, con ciencia cierta y madura deliberación, y con la plenitud de Nuestra potestad Apostólica, en virtud de las presentes Letras, aprobamos y confirmamos la Regla de la Orden Franciscana Seglar, a la que añadimos la fuerza de la sanción Apostólica, con tal que concuerde con el ejemplar que se guarda en el archivo de la misma Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, y cuyas primeras palabras son «Inter spirituales familias», y las últimas «ad normam Constitutionum, petenda». Al mismo tiempo, por las Presentes y por Nuestra Autoridad, abrogamos la anterior Regla de la que se llamaba Tercera Orden Franciscana Seglar. Establecemos, finalmente, que estas Letras sean firmes y que produzcan plenamente sus efectos ahora y en el futuro, sin que obste nada en contrario.

Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador, el día 24 de junio de 1978, decimosexto año de Nuestro Pontificado.

Juan Card. Villot
Secretario de Estado

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